miércoles, 23 de marzo de 2022

Ernesto Rueda


En Tlalchapa, en 1930, vivían Ernesto Rueda de 13 años, filarmónico, hijo de Julián Rueda y de la señora Paula Bolaños, ambos casados civil y religiosamente; pero en ése momento vivía con su abuela Aurelia Rueda, de 50 años, costurera, tal vez para cuidarla. En la Calle Nacional, número 11, estaba el resto de la familia: Julián Rueda de 45 años, casado civil y religiosamente con Paula Bolaños de 25 años, con sus hijos Miguel Rueda de 12 y Heriberta Rueda de 10 años.
        Don Julián en los registros aparece como “comerciante”, que sabe leer y escribir, “indígena puro mexicano”, hijo de Felipe Rueda y de María Seferina Cuevas, que viven en la segunda manzana de Tlalchapa, aunque bautizaron a su hijo José Julio en Cutzamala, el 9 de julio de 1883. Al parecer no tuvo una práctica musical, cuando menos los registros no dieron cuenta.
            El 12 de julio de 1935, Ernesto Rueda y María Concepción Rocha. como dice El Palomo, “...se fueron a presentar”, es decir a hacer su presentación matrimonial. En ése momento Ernesto tenía 21 años de edad, estaba soltero y era “filarmónico”. Su esposa tenía 15 años de edad, célibe, como era usual se registró como “sin profesión por su sexo”, era originaria del pueblo de Cutzamala y vecina de Tlalchapa, “hija natural” de Francisco Rocha y de la señora Catalina Rosales, que en ese momento estaban vivos. Al día siguiente fue el enlace  por lo civil; en el acta de matrimonio aparecen otros datos interesantes; mientras Ernesto dice “que sabe leer y escribir”, la joven Conchita no; ambos manifiestan ser de “religión católica”, y “de raza indígena mexicana”; el aclara que es “hijo natural” del señor Julián Rueda, porque este sólo se casó “religiosamente” con doña Paula.
               El 28 de febrero de 1941 la pareja Rueda Rocha llevó a registrar a David, quien nació el 28 de diciembre del año anterior; era el tercer hijo, de Concepción Rueda, quien lo llevó a registrar, y Ernesto Rueda, de 30 años, filarmónico. Uno de los testigos fue Carlos Aguirre, también músico, y seguro un buen amigo de la familia, porque aparece en otras actas.
                Tres años después, el 3 de octubre falleció el pequeño Miguel Rueda, de apenas dos semanas de nacido, “de calentura, sin atención médica”. Había recibido el nombre de su hermano menor.
            El 30 de enero de 1949, de nuevo doña Concha lleva a presentar a su hijo Joel Rueda, nacido el 16 de abosto de 1948, en Tlalchapa, hijo de Ernesto Rueda, de 35 años, filarmónico. Es interesante que de nuevo aparece: Carlos Aguirre, 47 años, filarmónico, domicilio conocido.  No sería raro que otros testigos anteriores tuvieran una práctica musical; pero a veces, privilegian su ocupación “formal” o principal, tal vez porque no se considera “relevante”, por ejemplo, ejecutar la tamborita; así que aparecen como jornaleros, agricultores, artesanos o con oficios (herrero, salador, comerciante).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Se breve, no insultes, cita tus fuentes: