En 1930, en el número 37 de la calle Riva Palacio, de Zirándaro, vivían Heliodoro Corona, 35 años de edad, músico, casado con Eustolia Delgado, 32 años de edad, con su hija Humbertina Corona de 16 años.
“Eleodoro” nació el 27 de octubre de 1892, y se bautizó el 15 de septiembre como “hijo natural” de Dominga Corona; fueron sus padrinos Ernesto Pineda y Rosa Soto. Heliodoro fue padrino de su sobrino Ubaldo, hijo de Saturnina Corona, junto con María David Corona, el 9 de junio de 1920. Al morir, el 22 de mayo de 1949, tenía 56 años, era “soltero”, su ocupación era la música y apareció como hijo de Adulfo Palacios y Dominga Corona.
El 21 de noviembre de 1913, sólo Eustolia Delgado, llevó a bautizar a su hija, nacida el 15 de noviembre, a quien le puso el nombre de su madre: Humbertina. Quedó registrada como “hija natural”, porque sus padres no contrajeron matrimonio eclesiástico; fueron sus padrinos Alberto Rayas y y Francisca Mendoza. Al llegar a la edad adulta la propia Humbertina tuvo que registra a su hijo Sidronio como “natural”, el 11 de agosto de 1931, pues no había contraído matrimonio con el padre Emerenciano Nava. Es hasta el 1 de abril de 1934, cuando falleció su hijo Gersaín Sidronio Nava, que sabemos de su existencia, entonces casado, carpintero de 23 años, vecino de la segunda manzana de este pueblo.
A lo largo de estas breves genealogías hemos dicho que la “ilegitimidad” depende de la filiación ideológica familiar, vinculada con la Iglesia o el Estado como la institución que legitima la unión; pero también hay que tomar en consideración la pobreza extrema en que vivían algunas familias, como lo fue la del músico Heliodoro Corona, cuyos ascendientes y descendientes no mantienen un apellido homogéneo que los identifique, lo cual vuelve difícil realizar la búsqueda del linaje y tratar de saber si la ocupación laboral en la música se transmite.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Se breve, no insultes, cita tus fuentes: