Fue el origen de una familia musical en Pungarabato, la cual formó con doña Candelaria Juanche. El primer hijo fue Filiberto, quien nació el 28 de agosto de 1922, en la tercera manzana, cuarta calle de Paraíso, número 23. Los padres fueron registrados como “de raza indígena mezclada con blanca” y no estaban “casados”, ni por la Iglesia ni por el registro civil. En 1926 nació su hija María Carmen, y fue bautizada como “hija natural”, por su madre. En abril de 1930 nació Melitón, en la 3a manzana, segunda calle de Las Flores, número 5, era el quinto hijo, quien lamentablemente murió el 30 de diciembre del mismo año, “de fiebre”.
El Censo de 1930 registró a la familia Rosas Juanche, viviendo en la calle 27 de Septiembre (Las Flores) número 5, en la casa de María Trinidad Juanche, viuda, de 65 años, planchadora, a Francisco Rosas, músico de 25 años, nacido en Michoacán, casado con Candelaria Juanche, de 20 años, con sus hijos: Filiberto de 7 años, Elva de 5, Carmen, una niña de 4, José de 3 años y Melitón, de un mes de nacido.
Al nacer José, el 14 de noviembre de 1932, don Pancho, de 28 años, “filarmónico”, y la señora Candelaria, de 23 años, vivían en la 3a manzana, tercera calle de las Flores, casa marcada con el número 5.
Filiberto Rosas, jornalero, de 21 años, hijo de don Francisco, tuvo un niño con Ofelia Tapia, de 19 años, dedicada a los trabajos domésticos; ella lo llevó a registrar en 1945, y dice que viven en la calle 27 de Septiembre, sin número; no quedan anotados los abuelos paternos, pero si los maternos José Tapia y Leovigilda Almazá, con “domicilio” conocido. Los testigos eran vecinos: J. David Castillo, 22, sastre; y Emigdio Castillo Castillo, 27 años, comerciante, ambos vivían en 27 de septiembre sin número. No era la única familia de Filiberto Rosas, pues en 1949 Alejandrina Vargas registró a un niño que nació el 31 de diciembre de 1938 (¡11 años después!). Entonces queda registrado que es talabartero, de 24 años (en realidad 27 años), y ella de ¿20 años?, dedicada a las labores del hogar, ambos mexicanos, que viven el Álvaro Obregón, casa sin número. No indica abuelos paternos ni maternos. Los testigos son también vecinos: José Cruz, 20 años, nevero y Felipe Cruz, 19 años, agricultor, ambos domiciliados en Álvaro Obregón sin número.
Don Francisco Rosas murió el 6 de marzo de 1950, de pulmonía, sin asistencia médica. Tenía 40 años, fue “músico”, hijo de Gregorio Rosas y María Concepción Jiménez, aunque nunca se “casó”, vivió y procreó hijos con doña Candelaria Juanche, de “29 años”, ocupada en las labores domésticas; con domicilio en Madero #27. Los testigos fueron: Salvador Rodríguez, 30 años, platero, con domicilio en la calle de Palma #8, y David Castillo, 25 años, platero, que también vivía en la calle de Palma casa sin número.
No hemos encontrado registro de la actividad musical de los “hermanos Rosas”; sin embargo, en la memoria oral hay registro de esta familia musical terracalenteña afincada a los dos lados del río Cutzamala.
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