Es la velación un acto ritual, la figura de una mujer que ejecuta un arpa, un símbolo religioso; pero la función es un signo. Un partícipe puede ver, sentir,
oler, oír, saborear, muchas cosas en un espacio tiempo que es parte de una circularidad devocional; el signo no es "católico", ni una deidad mesoamericana o africana, pero tod@s pueden "ver", asociar o "entenderla" desde su tradición religiosa. La velación, con danzas y minuetes, dio paso al mariache, al fandango; y terminó con corridos y canciones; en una secuencia que es cronologica, de la danza y minuetes "religiosos" a la devoción de los subalternos, percusiva y 'profana", de caderas circulares y versos de índole sexual, pero de una religiosidad apabuyante, en sones, gustos y jarabes; para concluir con corridos y canciones decimónonicas y de la primera mitad del siglo XX. La tradición incluye, pero no superpone. Debimos terminar con un tributo de sangre, juegos de cuchillo y machete a "primer corte", o "sangre", pero no todo debe seguirse al pie de la letra. La canción "ranchera" se desdeña como "cosa de borrachos", pero tiene funciones en la fiesta (fandango, mariache, baile de tabla) que cumple a cabalidad. Heredera de un lirismo romántico, de una ruralidad artificiosa, de un populismo culterano, empata muy bien con un sentimiento melancólico de ciertos grupos sociales y momentos de los "mexicanos" del occidente (el Bajío, el Altiplano, los Balcones, las Laderas, el Llano Grande, la Tierra Caliente, la Sierra y la Costa), no es "nacional" sino desde su creación e imposición por los medios de comunicación y el Estado en los años 30 del siglo XX, no es estereotipicas en la fiesta rural o de emigrantes rurales en las ciudades, pero si en escenarios y productos culturales para las masas. A capela, en solitario, a dueto o en grupo; acompañada por guitarra o conjunto instrumental (mariachi, murga, arpa grande, tambora ranchera, murga, fandango u orquesta), la canción ranchera dice mucho de ciertos momentos de la vida del México central, pero también del norte y el sur. Oculta y niega con esencialismos nacionalistas, pero dice mucho de como se re-presenta o se quiere representar "lo mexicano". Construye falsas identidades ..si señor, yo soy de rancho, de botas y a caballo; pero también evoca momentos familiares y matrias locales. Estas son algunas de las razones detrás de esta VIII Semana de la Música Tradicional. Nos sigan o no, hemos retomado las reflexiones de los folcloristas pioneros, con objetivos distintos, y claro, con alcances limitados... Sigan los foros, todavía queda mucho por cantar, aunque no pedimos permiso primero....Sitio para compartir reflexiones sobre: las Artes Tradicionales Performativas del Occidente de México. Arte, Tradición e Identidades Sociales.
martes, 27 de febrero de 2024
Te voy a echar un “brinco”... bailes por lo alto y por lo bajo
Es probable que ustedes hayan escuchado hablar de la clasificación de danzas “altas” y “bajas” al finalizar la Edad Media, y sobre todo en el Renacimiento. En oposición entre nobleza y villanía, lento y rápido, bajo y alto, danzar y bailar, que retoman elementos estereotipados socialmente y los llevan a la música y al movimiento.
Sones antiguos de Michoacán... el inicio del Ballet Folklórico de México
Una noche de marzo de 1952, se presentó en el Palacio de Bellas Artes el Ballet Moderno de México. A decir de Amalia Hernández, su coreógrafa, desde el año anterior cuando colaboraba en la Academia de la Danza Mexicana, tenía la intención de hacer un montaje coreográfico diferente,pero su idea chocaba con la del director Miguel Covarrubias. Mientras Covarrubias pensaba que la danza mexicana debía seguir el derrotero dela música y la pintura de la época, que se volvían universales a partir de elegir temáticas locales, lo cual implicaba usar la música de los compositores mexicanos del momento para los montajes coreográficos; Hernández quería crear una coreografía que usara como base la “música autóctona”. El desencuentro le llevó a renunciar a la academia y formar una pequeña compañía independiente, en cierto sentido porque Hernández siempre estuvo vinculada al poder político, puesto que su padre Lamberto Hernández pertenecía a un gremio artístico y de negocios, además de haber sido un militar que ocupara puestos públicos en el mandato de Plutarco Elías Calles. En ese momento nacería el Ballet Moderno de México, que todavía seguía las premisas de las vanguardias en la danza académica realizada en México durante los años anteriores, pero que le permitiría encarnar las ideas de lo que, con el tiempo, fuese el Ballet Folklórico de México.
Una polémica desatada en el usufructo de un patrimonio
A los folcloristas conscientes:
Amigos de la tradición, como saben, de un tiempo para acá, hemos un grupo de fuereños interesados en la música de Tierra Caliente nos hemos acercado a la música y las personas de la región, tocando "su" música, que de rebote y es también "nuestra" música. Con ánimo de difundirla se creó un grupo de arpa grande de vida breve, con los primeros integrantes y de existencia futura larga; pues siendo arpero, y como la tradición manda, el nombre del grupo es del arpero, mientras yo viva, vivirán Los zorreros. Aclaro que músicos "zorreros" son aquellos que "roban música", que sin que un maestro les otorgue el conocimiento y el derecho a ejecutarla la toca; por eso, en muchos sentidos todo músico es "zorrero", aunque como diría don Rafa(el Ramírez Torres), unos más que otros.
El ENMT número XXII contradice su lema: "El fandango, la fiesta en Jalisco".
Ya son mas de XX años de "JAM Sesions", "fandangos mariacheros", fandangos, y todavía no se entiende, cuando menos por las autoridades de peso y manejo de recursos, que el centro del "MARIACHI/E" es el baile, que es lo que significa mariachi. Personas van y vienen de los puestos altos de la burocracia, la Secretaría de Cultura de Jalisco, de las Coordinaciones de Proyectos, de la URCPI, de la Dirección de Cultura de Guadalajara, y demás instancias que participan, supongo que algunos entienden que el MARIACHI (tarima, espacio de baile y fiesta) es fundamental para la FIESTA, pero es también el lugar/espacio para el verdadero ENCUENTRO.
Estado regulador y personas del gusto
En torno a las tradiciones, ya sea para estudiarlas, recrearlas o perpetuarlas, concurrimos personas con ideologías contrarias: los izquierdistas que buscan la transformación del Estado, los izquierdistas que sólo buscan tomar el control de Estado, los derechistas que piensan que el Estado debe regirse por la Iglesia, los derechistas neoliberales que creen que el Estado lo es todo, etc. Lo curioso es que la "tradición" se convierte en un objeto y una metáfora del destino del país, por tanto, el tratamiento que se le da varía, desde la inamovilidad que ratifica "nuestra grandeza", hasta la herramienta de transformación con identidad inventada para el futuro. Es un espacio para los criollos que se sienten indios, para los indios que quieren sentirse mexicanos, para los urbanos que quieren ser rurales; incluyente discursivamente pero excluyente en la práctica.
Mariaches virtuales en la pandemia (9 de septiembre 2020)
Una propuesta para los participantes en el Encuentro Virtual de Mariachis Tradicionales. Lo que voy a comentar es justo desde una visión que no cree que el "escenario" por si solo, o la práctica escénica, por buena que sea, "forman públicos". La propia idea de un "público" como separado del "artista" se me hace incongruente con la función, idea y práctica de los grupos musicales que tocan en las zonas rurales del occidente (que conozco), sean o no indígenas. Ojo, no quiero decir que no haya "profesionales" que reciben un "salario" o pago (monetario, en especie o de prestigio social) por su labor; sino que esa división entre "artista", "escenario" y "público" no se da, o cuando menos no es tan marcada como sucede en los ENMT. Es importante que los mariachis "estudiantiles", de "folcloristas", "destrompetizados" y de "investigadores" entendamos que si queremos lograr fortalecer al Mariachi Tradicional (sea rural o urbano), lo que necesitamos no es "crear públicos", sino "personas del gusto", pues la diferencia entre ellos es: la participación en la fiesta local, familiar, que no puede tener el público, pues el "pago" de un boleto no equivale al gasto/inversión social en la fiesta; ni la presentación de un par de horas describe las acciones/emociones que realizan los participantes en una fiesta (fandango, mariachi, función). Los "del gusto" son amigos y familiares que apoyan con trabajo, bienes que se comparten y dinero, para que se lleve a cabo la fiesta, usualmente bailan, tocan, versan un poco, o un mucho, y en ciertos momentos son ellos también "artistas". El "escenario" es el espacio donde se baila, o come, o conversa, y ese centro es ocupado en relevos por las personas que asisten a la fiesta, de manera que es siempre circular. Si queremos que más personas se aproximen a la tradición, lo que se necesita replicar es la fiesta y hacerles vivir la experiencia, las sensaciones que despierta en los participantes, "despertarles el gusto". Algunos de ellos aprenderán las artes tradicionales y unos cuantos podrán "tomar el destino" para hacerse mariacheros o fandagueros, pero no es ése el principal objetivo, pues esto forma parte de las decisiones de la gente del gusto como "individuos". El ENMT no ha sido eficaz en formar "públicos", y en cierta medida ha logrado que algunos músic@s y bailador@s modifiquen su visión de lo que "importa" de la práctica artística; pero puedo asegurar sin lugar a equivocarme que no fueron las "galas en el Degollado", ni los "talleres", ni las "presentaciones" en la Plaza Fundadores sino las "JAM sesions" como mamonamente comenzaron llamándose, para transformarse en "fandango mariachero" que me parece pleonasmo, y que son justo los espacios donde aunque de manera caótica, en algunos momentos, se puede vivir lo que sucede en los espacios familiares donde la tradición se "recrea", transmite y actualiza. Apuesto que muchos han disfrutado más esos espacios donde en "chor y chanclas", tocan sin disfraz los músicos de diferentes regiones con un entusiasmo y potencia que no tienen en el/los escenarios. Hace un par de años se comenzaron a llevar a dos o tres grupos con sus respectivas tablas/tarimas a los barrios/antiguos pueblos que conforman la megalópolis de Guadalajara y el resultado ha sido, desde mi perspectiva mejor, pues aunque algunos participantes llegaron con su disfraz y quisieron bailar con sus faldotas de "folclor", el espacio y la actitud de los músicos transformaron la postura del "artista" que "exhibe" su arte, por la del artista que "aprende" el sentido de lo que hace. No se trata de ver quién "baila/toca" mejor, de quién se luce/divierte al "público" sino de crear lazos de comunidad a partir de la "EMPATIA" al tocar mas lento cuando se suben l@s adult@s mayor@s, a enseñar los pasos, a tocar con otros, a aprender repertorios, estilos, formas.... Si el objetivo es formar "personas del gusto" la meta es formar en ellos EMPATIA (solidaridad, atención) por los otros. Cuando logramos empatía todos disfrutamos la experiencia, músic@s, bailador@s, asistentes que salimos con alegría porque "sonó bien". Ahora en el formato "VIRTUAL" no podemos invitar al "público" para que se transforme, con su participación, en "artista"; tal vez no se "romperá" con el "escenario", pero hay que tratar de transformarse con él, de que la cámara no esté siempre fija (aunque les va a recomendar la SCJ porque no quiere tomas "movidas"), van a querer que "presenten" el son y toquen/bailen y ya, para ponerle un cintillo que diga el nombre de la pieza, el XIX ENMT y los logos de SCJ, pero el problema es que eso va a volver escenario su "locación", por más intimista, natural o "tradicional" que esta sea; habrá que trabajar en la expresión del rostro, en la actitud corporal para que no parezcan: enojados, asustados o "agüevonados" al tocar, o que se vean todos limpios con sus "uniformes de trabajo", sea traje de caporal, o de guayaberas chinas de manta. En éstos momentos el verso, la copla de humor ayuda; también una cámara que muestre el gozo y el disfrute en los rostros es invaluable. ....."una luz cegadora un disparo de muerte...." salen sobrando, aunque seguro la Secretaría les va a pedir que no sean videos oscuros, pero tampoco a contraluz.... No cometan la novatada de dejar que se vean los micrófonos y las bocinas....que no se necesitan para grabar un video con un celular y además de afear, terminan por desequilibrar los sonidos (a menos que tengan un genial ingeniero de sonido que le guste el sonido acústico y conozca de mariachi, si lo tienen preséntenlo porque es un "dinosaurio vivo")....Les deseo suerte en sus presentaciones, pero no me iré sin recordarles que: lo que hagan visual, sonora y corporalmente, puede ser más útil para atraer a personas hacia la tradición, que todas las Galas del Mariachi en el Degollado desde hace XX años...Suerte....
Una crónica desfandangada del ENMT 2023
Un diálogo veloz con Gilberto Enciso
El mariachi loco quiere versar....quiere versar
Ayer con la disertación del Dr. Rafael Figueroa, en la UV, "me puse a considerar..." como reza el son, que de las músicas jarochas la de mayor éxito, transmitida por los integrantes de esa corriente denominada "Movimiento jaranero", son las que pueden usarse como prácticas de resistencia cultural. Tan importante como la "portabilidad" de los instrumentos y su volumen sonoro, son los mensajes creados exprofeso por la lírica en los contextos de enunciación; la música como resistencia y como ideología. Hasta el momento, las músicas del occidente han tenido tímidos momentos de creación, principalmente se componen coplas líricas para los sones, y salvo "el gran visionario" que es mi cuate David Durán, quien le ha metido dos o tres versillos al Gusto Federal, algunos recuperados de la tradición oral, la mayoría seguimos (bueno los que cantan, ya saben que yo soy mudo) en la copla sabida. Sabido es también que valonas "actuales" como El patrón miserable, Mariguaneros en crisis y otras, a veces no siguen las formas poéticas de la décima glosada; sin embargo, tienen un poder porque actualizaron a la tradición, aunque al final, no formaron parte de ningún movimiento social. En Morelia, por ejemplo, los jóvenes de las Casas del Estudiante, que se ubican ideológicamente a la izquierda del espectro político, cuando menos en el discurso, siguen tocando "folclor latinoamericano", ya saben Víctor Jara, Violeta Parra, Gabino Palomares, que fueron músicas de creadores que acompañaron a los movimientos sociales de su momento y que por eso son "recordados" y tienen "éxito", cuando menos son visibles en ciertos espacios públicos. En ciertos contextos, se ve que varios de los grupos que asisten al Encuentro de Mariachi son de profesores o profesionistas, de algunos profesionales de la música, de "promotores culturales", vinculados o dependientes del Estado, y tal vez por ello, mas cercanos a las "derechas" o a posiciones "apolíticas", que al final son políticas"; por ello, se mantienen vinculados al statu quo y no son "creativos" para actualizar a la tradición, se uniforman, aunque sea de manta y se ponen sombrero de soyate, tocan los mismos sones con las mismas coplas, pueden tener cierto activismo cibernético ¿pero hasta dónde lo podrían tener en lo social? El momento actual de "las músicas tradicionales" de México es el de una nueva migración del campo a la ciudad, o al extranjero, pero con condiciones distintas a las de los años 30. Los que tocamos, aunque descendientes, en alguna medida de campesinos inmigrados a la ciudad, somos "estudiados", es decir, pasamos por las aulas públicas cuando menos hasta la secundaria, en general somos simpatizantes de las "izquierdas" y de los movimientos sociales, no dejamos de postear memes contra las privatizaciones por ejemplo ni de firmar peticiones de avaanza y otros sitios parecidos; por ello, en primera instancia nos vinculamos a los músicas "tradicionales" mexicanas, sobre todo al movimiento jaranero, porque desde sus inicios, con las décimas de Arcadio Hidalgo, gracias a la voz, sensibilidad de oído y corazón de don Antonio García de León, cantó "Soy de nación campesino..." y "Yo fui a la Revolución a luchar por el derecho...". Eran los fines de los 60 Peter Seeger y Woody Guthrie había creado escuela con Bob Dylan, las músicas "folclóricas" y los idiomas regionales eran usados como "armas" ideológicas y nuestros cantantes, Víctor Jara y Violeta Parra daban voz a la Unidad Popular, una revolución pacífica; por ello, las décimas grabadas por don Antonio, fueran o no de don Patricio Hidalgo, tuvieron resonancia en los oídos de nuestros padres, muchos de ellos, la primera o segunda generación de profesionistas creados por las escuelas públicas del Cardenismo. Así que con el levantamiento zapatista, los movimientos de la APPO en Oaxaca y los de Atenco, con el tan llevado y traido aeropuerto, tuvieron como música de fondo el vigor del son jarocho re-contextualizado, hecho que lo volvió atractivo, tanto estética como políticamente, para los jóvenes de hace 10 años. Muchos de ellos han ido migrando a sus propias tradiciones en el Occidente, como Los Choznos o El Amate, y lo hicieron a partir del son jarocho y las músicas folcloristas de los años 80. Yo diría, salvo que quieran desmentirme, que junto con ellos la mayoría de los amigos del DF, Arcelia Gro, los de Morelia y Guadalajara formamos parte de ese contexto sonoro y político; por ello, nos "chocan" las posturas "folclorizantes" que le hacen el juego al Estado, y como ejemplo podría poner varios, pero no quiero que los aludidos se "ofendan". Por otro lado, hay un elemento "conservador", políticamente hablando, que cree que el "Charro" y el "mariachi" son "representativos" de las tradiciones del Occidente, los imagina y los usa para "preservar" tradiciones con un fin moral, es decir, "enseñar sus valores" a los jóvenes. Las escuelas del mariachi y varios de los "talleres" impulsados por el Estado tienen ésa tendencia; por ello, incluso visten de "mariachis charros" a los jóvenes y no de manta, que también es una postura política ¿Con quién te identificas, con el hacendado, el caporal o el campesinado? A esas posturas hacia la derecha no les interesa la poesía de las coplas, o en todo caso, sólo su lirismo; para ellos el cancionero tradicional no necesita actualizarse esta bien así; pero para los de guarache y manta si es necesaria la actualización y sobre todo, su uso político. TODO LO ANTERIOR es para pedirles a los que lean y se identifiquen con esta manera de percibir el futuro de la tradición (no quisiera que se hablara de "movimiento mariachero", porque ni somos mariachis, o no todos, y mucho menos somos "movimiento", lo que implica cierta coherencia discursiva al menos), que iniciemos a proponer coplas tanto las líricas, que nos aproximan y encariñan con la tradición como las narrativas, históricas y hasta políticas, pues ello fortalecerá a la tradición. Si estas artes nacieron del pueblo y a el sirven, la única manera de que sobrevivan en los nuevos contextos urbanos e "intelectuales" es que se apropien de los espacios familiares y cotidianos; pero también que se usen políticamente en los espacios públicos, no sólo pienso en la manifestación, sino que tocar en un "escenario" (sea cantina, taller, presentación, concierto didáctico, ensayo, boteo o charoleo, etc.) cualquiera un son o una valona con una lírica con temas actuales atrae la atención, tanto de los pensamientos afines como de los contrarios y si "el mariachi loco" quiere dejar de payasear tendrá que versar.
Zorreros y folcloristas
Quiero llamar la atención sobre las mitificaciones, desde el Estado y desde los folclorismos en torno a las diversas tradiciones musicales del occidente. El mariachi es una invención, hay que separar las cosas, los tan citados documentos de Rosamorada hablan de un lugar al que le dicen "mariachi", no definen nada, mariachi pudo ser un bebedizo como el jarabe y no siempre que se habla de jarabe se habla del baile. El mariachi como lo conocemos y entendemos es una construcción reciente que construyó el Estado posrevolucionario y, más recientemente, algunos intelectuales caímos en el garlito y estamos muy "a gusto" haciendo investigaciones que ayudan a mitificar eso que se ha "tradicionalizado desde el presente y para mantener identidades nacionales proyectándolas hacia el pasado, y hay que recordar que el pasado no es inmóvil, se reconfigura constantemente a partir del presente. Por otro lado el mariachi no hace "fandango", hasta donde entiendo, el mariachi es una palabra polisémica, uno de cuyos "sinónimos" es el de una fiesta, que se parece al fandango y que algunos poco cuidadosos, surgidos de la "fandanguización" jarocha de los 80 suponen que así debe ser. Yo no he estado en un "verdadero" fandango jarocho o en un huapango, en el campo, así que no puedo decir si un grupo de jarochilangos tocando la jarana en un cumpleaños "forman fandango", o si una fiesta en Colima con guitarras huapangueras, violines y jaranas es un huapango; pero si me tocó ver varias "cuelgas" en la Tierra Caliente dónde los únicos fuereños eramos mi cuate David Durán y su servidor, yo sé [y me da pena poner esto] que hace cien años se llamaban "fandangos", pero ahora la gente nos mira extrañada cuando les decimos así, unos cuantos viejitos se acordaban de la denominación y nos contaron tantas cosas que ya no se hacen, que ahora creo que no debemos llamar "fandango" a lo que se llama "cuelga" o fiesta simplemente, para no confundir cosas... el fandango FUE, ya no es.....que si la experiencia colectiva y el compartir y el romanticismo del: todo tiempo pasado fue mejor... pueden ser argumentos para que usemos un término acotado en espacio tiempo y lo traslademos a contextos distintos con un afán identitario, no lo censuro, sólo pido que así como clamamos la "no intervención del Estado", como un ente maligno que todo lo trastoca, tampoco le hagamos al tío Lolo suponiendo que lo que hacemos no trastoca o "es idéntico" aquello que hacían los ancestros. Para aumentar la confusión diré que no por vestirse de manta desde hace mas de 15 años con manta y sombrero, tener hijos con terracaleteña, vivir en Tierra Caliente, o tocar la "tamborita", la gente en la Tierra Caliente reconoce a mi amigo David como "músico tradicional" y mucho menos "terracalenteño"; así que un "mariachi" que use una dotación arquetípica, se vista de manta, cante sones y baile sobre el la tabla o tarima de mariachi, no es un mariachi tradicional, en todo caso es un MARIACHI FOLCLORISTA, por más buenas intenciones que tenga. Corresponderá a las comunidades decidir qué son ésos fuereños que vienen sólo a las fiestas, o a que les firmen sus proyectos PACMYC, FOESCAM, Cultura para la Paz y lo que salga. No nos hagamos tontos, hay bastantes grupos de jóvenes urbanos (descendientes de los músicos campesinos o no) que usan a la tradición y a los preservadores para ganarse un varito; no digo que "esté mal", sino que: éso es REAL y de manera tangible, reconozcamos que existe y que también "inventa tradiciones" y modifica las prácticas, las redefine y jerarquiza. Sobre el patrimonio hay presiones desde el Estado; pero también las hay desde la Sociedad Civil que se "apropia" de manera similar a las instituciones aunque no con los mismos objetivos, por muy libertarios que éstos sean. Hace 4 ó 5 años los zorreros no tocábamos "jarabes", ni "bailes de juego" y casi ninguno sabe canciones o corridos, mucho menos minuetes y danzas. Tan es así que cuando nos agarró una célula de sicarios en la playa, nos temblaban las patas porque no podíamos tocar una sola, y los músicos tradicionales pueden con cualquiera de ésos repertorios que cumplen funciones dentro de la cultura local, incluso la más básica, sobrevivir. Yo por eso siempre acepto que soy "zorrero", porque hay que tener pantalones y tamaños para ser músico tradicional, por hablar sólo del carácter, además del conocimiento vasto de los repertorios que conforman su tradición. También soy consciente de mi injerencia en la conformación de las nuevas tradiciones urbanas, que se afincan mitológicamente en el la tradición urbana, pero que proceden de la peña y de Los Folkloristas. El que esté libre de pecado que tire el primer charango jajjaja, yo no, a mi me gusta tocar con la saya de tundiki cantando... jajja. Reconozco que aprendí a tocar primero la quena que la flauta dulce y que pensé que "música mexicana" era la Bola Suriana, Oscar Chávez y Tehua (qpd). Luego gracias a la fonoteca del INAH y Música Tradicional, que se transformó en Discos Corasón, me di cuenta que eso eran sucedáneos, buenos y agradables, pero que había que ir a los espacios rurales para ponerse en contacto con esas raíces, que tal vez hace dos generaciones eran las mías, para inventarme una genealogía con la que estoy muy a gusto porque fortaleció mi identidad, una que por cierto no tenía en la adolescencia o en la juventud y vine a constituir en la edad adulta. No obstante, no puedo jactarme de "saber", entiendo que las cosas son complejas, que los procesos no se definen a partir de "ayeres" muy lejanos, sino que muchos son en realidad bastante recientes, y que mi propia "investigación" mitifica las prácticas de algunos, exactamente como el Estado quiere, por ello cada cierto tiempo hay que darme de cachetadas para poner las cosas claras.... Afirmo todo lo anterior, aunque tal vez mañana me retracte... Saludos a todos: zorreros, folcloristas, tradicionalistas, promotores, gestores incluso a los agentes culturales del Estado, al final todos intentamos fortalecer las culturas regionales y locales con diversas estrategias, hecho que a la mayoría de los mexicanos les tiene sin cuidado... Hilo de Ariadna infinito