miércoles, 29 de septiembre de 2021

Isauro Salanueva... violinista.

 Isauro Salanueva fue un violinista oriundo de San Miguel Totolapan, cuando el empleado municipal tocó a su puerta para registrarlo en el Censo Nacional de 1930, vivía en la casa marcada con el número 20 de la calle Ignacio Zaragoza, en ése momento dijo que tenía 30 años, era filarmónico, es decir, sabía leer nota, estaba casado con Emeteria Araujo de 27 años y ya tenían sus hijos: Filiberto de 8 años, Eloisa 7, Isabel 6, Reynaldo de dos años.

Don Isauro era bastante “cariñoso”, pues poco antes de que viera la luz primera su hijo Filiberto, el 27 de abril de 1923, nació su hijo Juan Popoca, que lo tuvo con Ma. Guadalupe Popoca de 58 años, residente en Iguala, Guerrero. En el acta dice que tiene 45 años, es filarmónico y reside en Otatlán. Luego en 1934 tuvo un hijo Ernestina Camargo de 23 años de edad, soltera, de San Nicolás del Oro, que registraron como: Isauro Salanueva, al que seguirían Ariel y otra criatura que no hemos encontrado aún.
Cuando nació Filiberto el 15 de mayo de 1923, el Regidor Primero y Presidente del Honorable Ayuntamiento Gil G. Heredia, dijo que la Señora Emeteria Araujo era “de raza indígena pura”. Sus abuelos fueron registrados como: Pascual Esteban y Eligia Gerónimo, que vivían en ése año, por el padre, y en línea materna los señores Bacilio Juan de Dios y Eduarda Araujo, ya difunta. En las actas subsecuentes dirán de doña Emetaria que es indígena y que el es “de raza mezclada con blanca”, pero también “de raza pura indio originario de esta población”.
Los apellidos de Isauro deberían ser Esteban o Gerónimo; sin embargo, aparece como “Salanueva”. Hay aquí entonces un proceso que me parece coincide con varios músicos, como los Albarrán y los Tavira, que siendo indígenas cambian sus apellidos para adscribirse como mestizos.
Es interesante también resaltar que, es en estos años los 20s, cuando se vuelve a registrar el origen étnico de las personas en la Tierra Caliente y en otros lugares, como El Bajío.
La ocupación laboral de don Isauro cambió con el tiempo, pues al principio si aparece como “filarmónico”, luego como “matador” (es decir “matancero”), “jornalero” y al final de su vida como “agricultor”. También cambió varias veces su residencia: San Miguel Totolapan, Otatlán, San Bartolo, San Nicolás del Oro, San Miguel, buscando el sustento para sus varias familias.
Es probable que Filiberto Salanueva siguiera el oficio paterno, pues al contraer matrimonio a los 23 años con María Taide Reyes, el 19 de enero de 1946, aparece como su testigo: Bricio Cruz, de 35 años, casado, filarmónico, con domicilio conocido y sin parentesco con la pareja. Es decir, que uno de los convidados importantes y más próximo a su edad, que a la de su padre, era también músico.

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