miércoles, 11 de mayo de 2022

Los Ruiz Luciano de San Juan Santa María

 Martín Ruiz Luciano, “filarmónico” de San Juan Mina, casado con Juana Blancas. Ejecutante de la tamborita, pero por la etiqueta de “filarmónico” seguro tocó otros instrumentos. En la Tierra Caliente es usual que los músicos aprendan a tocar varios instrumentos, según vayan avanzando en su conocimiento, además de que les permite "huesear" o tocar con otros músicos supliendo a los habituales en una agrupación. Ya he escrito sobre cómo considero hipotéticamente que el instrumento de percusión militar se incorporó a las dotaciones instrumentales en esta y otras regiones del país; también he sostenido, con otros amigos, que no es un instrumento fácil y que varios de los buenos tamboreros de la región tocaban otros instrumentos, incluido el violín, pero que eran especialistas en la tamborita, como don Faustino Gutiérrez, de Zirándaro, y don Epifanio Avellaneda, de Chumbítaro.
Don Martín Ruiz Luciano, que en algún disco aparece como “Martín Lucian”, motivando equívocos, fue miembro de una familia de músicos de San Juan Santa María, que también produce equivocaciones, pues a veces se escribe “San Juan” o “Santa María” sugiriendo que se trata de dos lugares diferentes, en el municipio de Tlapehuala, pero que buena parte de la primera mitad del siglo XX perteneció a Pungarabato. Su hermano Froylán Ruiz, también filarmónico, tenía conocimientos de solfeo y una gran capacidad para transcribir en partitura la música que escuchaba de oído, a decir de don Zacarías Salmerón (Camacho, 2021, entrevista 29 de octubre de 2009).
Formó parte de varios conjuntos legendarios con los Salmerón, acompañando a Filiberto Salmerón, en el primer violín, a Sixto Cortés en el segundo, su hijo Ezequiel Cortés, en la guitarra séptima; también tocó sólo con los Cortés, quienes recibieron el apodo de “Los Secos” por ser muy delgados. También fue parte del conjunto de don Bardomiano Flores, “Pokar de Ases”, y con ellos fueron a la celebración en EU del bicentenario de su independencia en 1976, en una de cuyas fotos aparece don Martín.
Don Martín Ruiz Luciano nació hacia 1900 en varios documentos dice que era hijo de Nicanor Ruiz y Paula Luciano. De su padre no hemos encontrado referencias a una práctica musical, sin embargo es muy probable, porque su hermano Froylán y él fueron músicos. Don Martín nació en San Juan Santa María, una Cuadrilla de la entonces Comisaría de Tlapehuala, dependiente de Pungarabato, luego llamado Ciudad Altamirano.
Se casó primero eclesiásticamente con Juana Blancas, pero no hemos encontrado el documento del acto; sin embargo, el 8 de marzo de 1921 nació su hijo Juan, y fue registrado en la capilla filial de Santa María el 11 del mes. Dos años después, el 13 de marzo, se bautizó su hija Jovita.
La primera vez que aparece su hermano Froylán Ruiz, como “filarmónico”, es cuando va a declarar sobre el fallecimiento de su mamá a Tlapehuala, el 24 de enero de 1923; en el acta dice que es soltero, “filarmónico”, originario y vecino de la Cuadrilla de Santamaría, y se presenta para dar parte del fallecimiento de Paula Luciano, de 62 años, soltera, mexicana, de raza indígena mezclada con blanca, hija natural de Juan Luciano y de María Dolores Andrés, ambos finados en ése momento.
El crecimiento familiar continuó, pues don Martín y doña Juana bautizaron en Tlapehuala, el 28 de agosto de 1925, a su hija a su hija María Magdalena, nacida 6 días antes. El 24 de diciembre de 1929, bautizaron a J. Esteban.
Al levantarse el Censo Nacional de 1930 vivía la familia Ruiz extensa en la calle 5 de Mayo, de Santa María. En la casa marcada con el número 4 residía Froylán Ruiz, entonces de 35 años, casado con María Ismael Merlán, de 40 años, con su hija María Ruiz de 12 años. Luego, en la casa número 5, vivía don Nicanor Ruiz, viudo, con su hijo José Natividad Ruiz de 39 años, casado con Adulfa Varela de 40, y sus hijos: Juan de 15, Ignacia de 12, José Encarnación de 10, y Francisco de 8 años. Tres casas adelante, en la número 8 , don Martín Ruiz de 36 años casado con Juana Blancas de 32, con sus hijos Victoria Ruiz de 12, Juan Ruiz de 9, Elena Ruiz de 6 años y Rufo Ruiz de 4 meses. En la calle estaban rodeados de familias con las que emparentaron: los Blancas, también músicos, y los Vela.
Dos años después continuó la fertilidad de la pareja Ruiz Blancas, procreando a [Rufo] Ospicio, nacido el 21 de mayo de 1932 y bautizado hasta el 10 de junio.
Don Froylán Ruiz murió el 7 de junio de 1936, de fiebre y sin asistencia médica, tenía 40 años de edad, era soltero, “jornalero filarmónico”, una interesante descripción, originario y vecino que fue de la Cuadrilla de Santa María, hijo natural de los señores finados Nicanor Ruiz y Paula Luciano; según declaró su hermano Martín Ruiz, entonces de 34 años de, soltero, “agricultor”.
El 22 de octubre de 1937 compareció el señor Martín Ruiz L[uciano]., de 40 años de edad, soltero por matrimonio católico, jornalero, mexicano, originario y vecino de la Cuadrilla de Santamaría presentó para su registro a su hijo Antioco Ruiz, “hijo natural por unión católica del compareciente y de la señora Juana Blancas de 38 años de edad y de la misma vecindad”.
Después de casi dos décadas de haberse casado eclesiásticamente, don Martín Ruiz Luciano y doña Juana Blancas Salvador, decidieron casarse por el civil. Creo que la motivación tiene que ver con la necesidad de heredar los títulos ejidales y derechos a sus hijos, sobre todo a los varones. Por ello, tras su presentación matrimonial el 15 de enero de 1938, a las 6 de la tarde, el juez del Registro Civil se apersonó en la casa de los Ruiz Blancas en Santa María para celebrar su matrimonio; declaró don Martín tener 38 años de edad, estar casado católicamente, ser "ejidatario", haber nacido y ser y vecino de la cuadrilla de San Juan [Santa María]; ser “hijo natural por matrimonio católico”, de los señores Nicanor Ruiz y Paula Luciano, ya difuntos. Doña Juana Blancas declaró ser entonces 35 años de edad, tener “profesión doméstica”, profesar la religión católica, ser mexicana, originaria y vecina de la misma cuadrilla, ser “hija natural por matrimonio católico” de los señores Catarino Blancas y María Salvador, ambos difuntos en ése momento. En el acto manifestaron legitimar a sus sus hijos llamados: Victoria, Juan, Magdalena, Rufo Ospicio y Antioco Ruiz, quienes nacieron respectivamente: el primero, el día 23 de diciembre del año 1918; el segundo, el 8 del mes de marzo de 1921; el tercero, el día 22 del mes de julio del año de 1925; el cuarto, el día 28 de noviembre del año 1929; el quinto, el 21 de mayo de 1931, y el sexto, el 15 de octubre de 1937. Todos se habían registrado como “hijos naturales” en los libros del Registro Civil número 1, 3 y 4 de nacimiento del municipio.
La primera en casarse fue la hija mayor, Victoria, con Filiberto Blancas, el 21 de enero de 1939 se presentaron y seguramente a los pocos días contrajeron matrimonio. Como Victoria tenía apenas 16 años de edad, su padre, don Martín Ruiz, tuvo que dar la autorización, en cambio Filiberto tenía 18 años.
Aunque don Martín llegó a los 40 años en 1940, todavía procreó su hijo Bilulfio Ruiz, nacido el 26 de enero en su hogar, ocupando el décimo lugar. Aparece todavía como “agricultor”, pero el 23 de octubre de 1941 se identificará ya como “filarmónico” al casarse su hijo Juan Ruiz, entonces de 21 años, con una pariente llamada Herlinda Blanca, de 18 años. En un enlace que nos muestra de manera fehaciente las redes que los músicos tejían en lo laboral se fortalecían en lo familiar al enlazar a sus hijos. En este caso don Martín, “filarmónico”, de 41 años, y doña Juana Blancas, de 39, casaron a su hijo con Herlinda, hija de Buenaventura Blancas, “filarmónico” de 37 años de edad, casado con Arnulfa Ruiz de 40 años. Aunque el acta no lo indica, me parece que se trata de un enlace de “primos cruzados” que es bastante común en el occidente de México, tanto en la Tierra Caliente, como en El Bajío y Los Altos; acción que permite reunir las propiedades de tierra que se dispersan con las herencias; aunque en este caso al ser “ejidatarios”, no necesariamente ocurriría de la misma manera que entre los pequeños propietarios (a los que se refieren Barragán y otros estudiosos de los ranchos), cuando menos en un aspecto “legal”, culturalmente si se procedió. Es también interesante resaltar que los “testigos” también son músicos y de familias con linaje musical en la región, pues Juan presentó por testigos a Isaías Salmerón y Feliciano Peralta, mayores de edad, “libres de toda excepción”, domiciliados el primero en Tlapehuala y el segundo “en la tantas veces dicho Santamaría”, y Herlinda a Benjamín Pastenes y Taide Cruz, que vivían en Tlapehuala. Así que ése día la fiesta debió ponerse buena en San Juan Santa María, con tantos músicos por celebrar.
En 1946 vuelve a declarar don Martín que es “filarmónico”, al casarse su hija Magdalena con Esteban Simón, que aunque era de Tlapehuala, residía en Tlalchapa, en El Potrero, lugar también de familias de músicos.
La familia Ruiz Luciano fue longeva pues la hermana de don Martín, Santiaga, murió en San Juan Mina a los 110 años de edad, el 19 de septiembre de 1980, de “senectud”, según declaró su hijo Román Santamaría Ruiz, de 58 años, casado, empleado, con domicilio en Tlapehuala.

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