Reynaldo Encarnación Arellano Flores, fue bautizado el 25 de abril de 1896 en el templo de la Inmaculada Concepción de Ajuchitlán, fue hijo de Francisco Arellano e Isabel Flores; sus padrinos Leonardo Flores y Virginia Lagunas. Al margen dice que se casó con Juana González, en la parroquia, el 12 de septiembre de 1918, según el libro de matrimonios número 12. En su registro civil, hecho el 30 de marzo, su padre declara llamarse Francisco Arellano, natural del municipio, de 45 años, casado, traficante (comerciante), con habitación en la primera manzana de esta villa, y presentó vivo un niño que nació a las 7 de la noche del día 23 del actual a quien puso por nombre Reynaldo Arellano, hijo legítimo del exponente y de su esposa Isabel Flores de 41 años de edad. El niño presentado era nieto por línea paterna de los finados José María Arellano y Valeria Aguirre, y por la materna del finado Pedro Flores y de Victoriana Hernández, viuda de 56 años de edad. Testigos ciudadanos José Encarnación Ríos y José Onofre Santa Ana, soltero el primero y de 30 años, y el segundo de 32 años.
El 9 de diciembre de 1915 compareció el joven Reynaldo Arellano, entonces de 18 años de edad, soltero, artesano, originario y vecino de Ajuchitlán, en la primera manzana y manifestó que ayer a las 11 de la noche en la cuadrilla de Las Garzas en su casa de don Marcelino Mondragón falleció de hemorragia el señor Bernardino Flores de 53 años de edad, casado, dependiente, católico, asistido por su familia, dejando viuda a la señora Luciana Guerrero, hijo legítimo del finado Pedro Flores y de la señora Victoriana Hernández de 83 años de edad, viuda; ambos abuelos de Reynaldo.
Reynaldo fue profesor de instrucción básica, fungió como Juez del Registro Civil, y llegó a ocupar la presidencia de Ajuchitlán. También tuvo un desempeño musical y fue maestro de músicos notables del pueblo, como don Marciano Calderón.
Reynaldo Arellano tuvo un hijo a quien se bautizó el 4 de julio de 1925 y lo llamó Reynaldo Refugio, nacido el 26 de junio; fue su madre Juana González, y sus padrinos Esteban Vergara y Elena Lagunas, que me parece, eran sus parientes.
El día 22 de agosto de 1918 en Ciudad Altamirano, comparecieron el ciudadano Reynaldo Arellano, originario y vecino de Ajuchitlán y la señorita Juana González, originaria de mismo pueblo; el primero dijo tener 22 años de edad soltero, artesano, católico, con domicilio en la 1a manzana de esa villa, hijo legítimo del señor Francisco Arellano de 67 años de edad, casado, empleado y de la señora Ma. Isabel Flores de 64 años. La señorita González manifestó tener 21 años de edad, célibe, católica, con casa habitación en la segunda manzana, hija legítima del finado Tomás González y de la señora Victoriana Covarrubias de 56 años de edad, viuda, vivía entonces en la casa con su hija. Fueron testigos del pretendiente: Santiago Palacios, casado, artesano y Alberto Romero soltero, empleado.
En 1925 compareció el ciudadano Reynaldo Arellano, de 29 años de edad, soltero (al parecer no se concretó el matrimonio civil, pero si el eclesiástico); entonces era comerciante, y presentó un niño que nació el día 26 de junio a quien le puso Juan Reynaldo Arellano, hijo natural reconocido del comparente y de la señora Juana González, de 36 años de edad. Fueron sus abuelos paternos Francisco Arellano y la finada Isabel Flores; los abuelos maternos Tomás González y Victoriana Covarrubias ya finados.
El Censo de 1930 registró a Reynaldo Arellano 32 años comerciante, casado con Juana González de Arellano, con sus hijos Antonia de 10, Humbertina de 9, Abigail de 6, Reynaldo de 5, y con ellos a Manuela Olea, de 40 años, soltera, dedicada a los quehaceres domésticos.
El joven Reynaldo Arellano, junior, se casó con Josefina Rodríguez, en ciudad Altamirano, el día 9 de enero de 1946. El contrayente dijo tener entonces 21 años, ser soltero, de Ajuchitlán. La contrayente expresó que tenía 19 años, era soltera, y residía en la calle de La Palma No. 1 de Ciudad Altamirano. Los padres del contrayente: Reynaldo Arellano, profesor, de Ajuchiltán, y Juana González, dedicada a los “quehaceres domésticos”.
Además de Reynaldo, Humbertina, Abigaíl el matrimonio Arellano González tuvieron a Antonia Arellano González, quien falleció el 30 de noviembre de 1954, de una infección hepática, a los 34 años de edad. El declarante fue su hermano César, entonces de 22 años, soltero, sastre, de Ajuchitlán, y fue testigo su primo Abelardo Charcos González, empleado.
César murió el 29 de octubre de 1982, en Iguala, de traumatismo cráneo encefálico en la carretera Iguala-Altamirano, km. 15 a las 17 horas (probablemente un choque). Estaba casado con Adelfa Salgado Delgado, tenía 50 años, con domicilio en Independencia #60, en Teloloapan.
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