miércoles, 1 de diciembre de 2021

Florencio Valentín

 Florencio Valentín, ejecutante de la guitarra sexta, nació en 1925, hijo de Nemecio Valentín y Luisa Rojas; era oriundo de la Comunidad del Rincón del Gallo, en el municipio de Tlapehuala. En 1930 cumplió 5 años y vivía con su familia en Las Querendas, con su abuela, Florencia Lino, de 75 años, su padre Nemecio de 40 años, su madre Luisa de 35, y sus hermanos Petra de 12 años, Ascención de 10, Arnulfa de 3 y su hermano Gregorio, de apenas un mes, nacido en abril.

El 13 de agosto de 1941, con apenas 17 años, contrajo matrimonio con Jacinta Gómez de 18 años, nacida 1923, hija de Camerino Gomez y Victoria Paniagua. Al año siguiente, el 14 de agosto, registraron a su hija Fermina.

Igual que otros músicos de la Tierra Caliente tuvo hijos fuera del primer matrimonio. En 1946 registró, el 29 de marzo, a su hija Juana, nacida en Arcelia, de una relación con Feliciana Bailón. El 14 de diciembre de 1950 presentó al juez civil a su hija Gudelia, nacida en Tlapehuala, habida con María Quiterio, y presentada por Pedro Baladro, miembro de otra familia de músicos.

Florencio fue el compañero en la guitarra por muchos años de Juan Reynoso y aparece en algunas fotos emblemáticas del conjunto. Era compositor y a él se deben algunos de los gustos más hermosos dedicados a poblaciones, que será una característica de las músicas populares mexicanas compuestas en los años 40 y 50, me parece que en respuesta a las “epopeyas” por encargo que hicieron los departamentos de turismo de varios estados del país y que se usaron también para acompañar películas; es el momento en que aparecen “joyas” como:

 

...le han cantado a Veracruz,

a Jalisco y Tamaulipas,

con gusto le canto a Hidalgo,

que tiene cosas bonitas...

 

Honestamente, me entristece pensar el nivel de manipulación y el efecto “sentimental” que tienen estas canciones entre la gente. NO me gusta “Caminos de Michoacán” y claro, menos “Caminos de Guanajuato”, que es una copia a una canción por encargo que hizo Bulmaro Bermudez, y que repitió en “Sonora y sus ojos negros”; para que se den una idea de cómo la industria cultural fabrica éxitos, fue el compositor de "La de la mochila azul”. La verdad no creo que las palomas mensajeras vuelen sobre el “paraíso” en Michoacán.

Estas canciones patrioteras estilo “México lindo y querido”, en realidad matrioteras, tienen sentidos bastante lógicos en sus orígenes comerciales, que mejor estrategia de venta que apelar al origen de un migrante, en la ciudad de México o en Estados Unidos; sin embargo, crearon réplicas bastante dispares en diversas regiones del país.

En contraste esta “Amatepec”, compuesto por Florencio Valentín Rojas, aunque se atribuye la “música” a Juan Reynoso, sin muchos argumentos, pues el requinto en la guitarra puede delinear la melodía; es más probable que Reynoso metiera algunos arreglos. Este gusto me parece tiene elementos poéticos, pero, afortunadamente, carece de “gancho comercial”.

En la foto: Juan Reynoso, Cástulo Benítez, Florencio Valentín,  y Nicolás Santos Flores.

Les dejo una versión del Conjunto Ajuchitlán, pero que tiene el valor de interpretarse en Amatepec.

 https://www.youtube.com/watch?v=nFXAQqq71pc

 

 

 

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