El 26 de diciembre de 1943, en Cutzamala de Pinzón, se dio un golpe en el cráneo el señor Remigio Rentería, en su trabajo como mecánico; 4 días después murió. Según el acta tenía 69 años, fue hijo de Antonio Rentería y Sabina Bravo. Aunque el documento dice que era “soltero”, estuvo casado un tiempo con Petra Urquiza, con quien contrajo matrimonio el 19 de febrero de 1907, cuando él tenía 20 años, entonces se dedicaba a la música. Ella fue originaria de El Rancho, municipio de Tlalchapa, tenía 18 años, era hija de José Inocente Urquiza y María Santos Aguirre, quienes vivía.
El 29 de junio de 1925 nació su hijo Pedro, era su quinto vástago aunque uno murió; el cual lo tuvo como hijo “natural” con Ubillada Hernández, de 25 años, soltera y vecina de Cutzamala.
En el Censo de 1930 aparece viviendo en la calle de La Cadena, de 40 años, ya como “mecánico,” en unión libre con Ubillada Hernández, también de 40 (aunque era 7 años menor), y sus hijos: Trinidad Rentería, hija de 15 años, Carmen, hija de 14, Ángela de 7, Pedro de 4 y Salomón de 21 días.
Salomón fue registrado el 6 de junio de 1930, y dice que Remigio era “jornalero”, de 57 años, y Ubillada aparece de 39 años.
Don Remigio Rentería, como sucede con los artistas populares, tenía varios trabajos que combinaba con la música, aunque varias veces aparece como “músico”, es decir, un ejecutante que no “lee” nota, como el filarmónico, se desempeñó en la mecánica, la que al final le trajo la muerte. A decir de los músicos, fue contemporáneo de Dolores Alonso y Juan Bartolo, pero no se dedicó tampoco de tiempo completo a la música. Hay un son que le caracterizaba, probablemente una composición propia que ahora conocemos como “Son de Rentería”.
El 29 de junio de 1925 nació su hijo Pedro, era su quinto vástago aunque uno murió; el cual lo tuvo como hijo “natural” con Ubillada Hernández, de 25 años, soltera y vecina de Cutzamala.
En el Censo de 1930 aparece viviendo en la calle de La Cadena, de 40 años, ya como “mecánico,” en unión libre con Ubillada Hernández, también de 40 (aunque era 7 años menor), y sus hijos: Trinidad Rentería, hija de 15 años, Carmen, hija de 14, Ángela de 7, Pedro de 4 y Salomón de 21 días.
Salomón fue registrado el 6 de junio de 1930, y dice que Remigio era “jornalero”, de 57 años, y Ubillada aparece de 39 años.
Don Remigio Rentería, como sucede con los artistas populares, tenía varios trabajos que combinaba con la música, aunque varias veces aparece como “músico”, es decir, un ejecutante que no “lee” nota, como el filarmónico, se desempeñó en la mecánica, la que al final le trajo la muerte. A decir de los músicos, fue contemporáneo de Dolores Alonso y Juan Bartolo, pero no se dedicó tampoco de tiempo completo a la música. Hay un son que le caracterizaba, probablemente una composición propia que ahora conocemos como “Son de Rentería”.